Posiblemente hubiese en la zona en la
que se encuentra ubicado actualmente Villaconejos algunas casas
de guardas, de pastores o de algunos agricultores al servicio de
los dos pueblos anteriormente citados, y cabe plantear la hipótesis
de que, por mutuo acuerdo de las villas de Chinchón y Colmenar
de Oreja, se cediese a los habitantes de aquél pequeño
caserío -con alguna condición a cambio- suelo para
edificar y unos terrenos a su alrededor, dándose así
vida a esta villa y a su reducido término municipal.
En principio, el nombre de
este pueblo fue el de Villa de los Conejos, y más tarde adoptaría
el que ahora tiene, pero escrito de otra forma: Villa Conejos.
El nombre de Villaconejos
nos induce a pensar que debió darse en él, muchos
años atrás, una gran abundancia de conejos. Esta suposición
parece ratificarse por la existencia en su término de un
paraje, próximo al casco urbano, conocido por el Vedado,
nombre estrechamente relacionado con la caza. Además dominando
este llano paraje, nos encontramos con una pequeña elevación
de terreno a la que hoy se conoce con el nombre de Cerro Barbero,
pero cuyo nombre, muchos años atrás, era el de Cerro
Galguero. Venía a ser este el lugar en el que se retenía
a los perros de caza y desde donde se apreciaba la carrera que los
galgos hacían en la llanura del Vedado. El nombre de Cerro
Galguero figura en escrituras y antiguos documentos.
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